El Regreso de la Reina del Bodyboard
- Oliver Tijerino

- 24 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 oct

Pongámoslo en perspectiva. El ArcelorMittal Wahine Bodyboarding Pro 2025. Serra, Brasil. La parada del IBC Woman’s World Tour. El tipo de presión donde se forjan o se destruyen carreras. Y en una fila abarrotada, aparece un fantasma del pasado no tan lejano de la competición. Alexandria Rinder, la ex niña emperatriz del bodyboard, regresa para reclamar un trono que no ha ocupado en diez años. Y vaya si lo reclamó.

En una victoria tan dulce como para haber sido escrita en un guion de película deportiva para sentirse bien, la bodyboardista profesional de Las Palmas de Gran Carina, Rinder, ha logrado lo imposible. Una década después de su último título mundial, con una impresionante demostración de innegable capacidad generacional que nos recordó a todos el tipo de artista que es, vuelve a ser Campeona Mundial Femenina de Bodyboard. Por tercera vez. Reflexionemos sobre ello. Una década. En términos deportivos, es para siempre.

¿Quién es Alexandra Rinder? Para los jóvenes surfistas del mundo que la observan, es la campeona de 2025. Para quienes tenemos recuerdos más largos que un TikTok, es la referencia. Nacida de padres austro-alemanes en 1998, Rinder fue un fenómeno que empezó con el bodyboard a los nueve años y llegó al circuito profesional a los doce. Y entonces, en 2014, dejó una bomba en la escena: a los dieciséis años, se convirtió en la campeona mundial más joven que este deporte haya conocido. Repitió su título en 2015, una adolescente con una fuerza de la naturaleza que parecía destinada a reinar durante años.
Por eso, esta temporada fue recibida con una mezcla de fascinación y asombro. ¿Podría seguir aguantando? La respuesta, repartida a lo largo de una temporada que se preparaba para ese duelo de 45.000 dólares en Brasil, con jugadoras de diez países, fue un rotundo SÍ.

En declaraciones a los medios tras la final, Rinder, ahora de 27 años, declaró: "Me sentía muy fuerte después de esta primera competición de este año, pero no esperaba volver a ganar", admitió. "Quería volver, por supuesto. Y, cariño, he vuelto. Diez años después, una década después. Un poco más madura, sigo igual de estúpida que entonces".
Esa frase es la clave. Capta por qué esta victoria resuena, especialmente entre las surfistas. Rinder no es una campeona, sino un símbolo de dedicación inquebrantable. Es la historia de cómo reescribir tu historia, una prueba de la experiencia vital, de que la oportunidad de la edad adulta puede ser un beneficio, no una carga. Ese "sigue siendo igual de estúpida" es la chispa, el entusiasmo puro que lleva a la gente al mar. Y es una lección para todas las chicas de la fila: tu vida es tuya.
El regreso de Alexandra Rinder no es solo un regreso sentimental; es historia. Desde la campeona más joven de la historia hasta recuperar la corona una década después, ha puesto en contexto a toda una generación con su propio estilo de excelencia. No se trata solo de ganar un trofeo. Se trataba de demostrar que la grandeza, como un arrecife impecable, no tiene edad. ¡Caramba, ha vuelto! Y todo el deporte es mejor gracias a ello.







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