Isidora y Matilda Bulto Hacen Historia en la Legendaria Ola “El Gringo” en Arica
- Valentina Rozental

- hace 5 días
- 2 Min. de lectura
Actualizado: hace 1 día

Arica, Chile - En uno de los destinos de surf más emblemáticos del mundo, las hermanas Isidora y Matilda Bulto vivieron una experiencia que marcará su vida para siempre. Con tan solo 16 y 14 años, respectivamente, compitieron por primera vez en El Gringo, en Isla Alacrán, durante un campeonato que reunió a los mejores surfistas de Chile y de toda Sudamérica.
Acompañadas por su madre, Lorena, quien viajó desde Iquique y acampó con ellas durante el evento, las hermanas demostraron que el surf es más que un deporte: es un estilo de vida, una aventura familiar y una historia de conexión con el mar. Durante una semana entera, la familia vivió en una furgoneta estacionada junto al océano, compartiendo días y noches con la unida comunidad surfera de Arica. Entre olas perfectas, risas y camaradería, Isidora y Matilda forjaron un profundo vínculo con la ola, conocida mundialmente por su potencia y su desafío técnico.

Su dedicación dio frutos:
• Isidora Bulto obtuvo el segundo lugar, ganando la medalla de plata en la categoría sub-18.
• Matilda Bulto finalizó tercera, llevándose con orgullo la medalla de bronce en la categoría sub-18.
Ambas demostraron madurez, valentía y un impresionante nivel técnico que captó la atención tanto de jueces como de espectadores.

Sus actuaciones fueron descritas como “un vistazo al futuro del surf femenino chileno”.
Su madre, Lorena, fue mucho más que una conductora o acompañante: fue su pilar emocional. “Verlas competir en una ola tan potente me llenó de orgullo. Dormimos en la furgoneta, cocinamos en la playa y convivimos con otros surfistas… fue una experiencia inolvidable”, dijo emocionada.

La aventura y los lazos familiares fueron la esencia de este viaje. El equipo de Queen of the Wave siguió a las hermanas a lo largo de su travesía, capturando no solo su talento sobre las olas, sino también la fuerza, la ternura y la complicidad que las unen.

Para Isidora y Matilda, competir en El Gringo significó mucho más que subir al podio: fue la realización de un sueño: enfrentarse a una de las olas más respetadas y desafiantes del mundo, en un lugar donde el surf, la historia y la cultura se fusionan.
Su historia representa a una nueva generación de jóvenes que conquistan el océano con determinación, humildad y alegría, y que, con el apoyo de sus familias, están escribiendo un nuevo y audaz capítulo en el surf latinoamericano.







Comentarios